Quienes disfrutamos con Arriba y Abajo en los años 70, quizá tuvimos algo de recelo cuando comenzó a emitirse Downton Abbey. Yo, desde luego que sí. Pensé que sería una moderna imitación fruto de falta de ideas nuevas y que en ningún caso estaría a la altura de aquella. Gran error por mi parte.
Downton Abbey es absolutamente exquisita, realizada con el mejor gusto de la tradición británica, con unos guiones muy trabajados y con una larga lista de personajes que no dejan indiferentes en ninguno de los casos.
Tanto arriba como abajo se trenzan historias similares -dos amores imposibles como eje principal- comprobando que, pese a la diferencia de clase, la vida puede ser amarga para todos.
El escenario de rodaje es increíble y está fantásticamente fotografiado, utilizando con elegancia tanto la esteadycam como la distancia focal corta en cámara fija.
No se me olvida recordaros que -como siempre- es obligatorio verla en versión original para disfrutar del acento británico. Una auténtica clase de inglés cada capítulo.
Por último: al terminar la segunda temporada, entenderéis por qué he elegido esta foto.
